Las vacunas son la medida preventiva más eficaz contra las patologías infecciosas respiratorias, insiste la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en plena campaña de vacunación contra la gripe y la neumonía en pacientes con enfermedades pulmonares crónicas.
Los facultativos de esta sociedad estiman que la vacuna contra la gripe tiene una efectividad entorno al 50-70%, dependiendo de la cepa del virus, la edad del paciente y su estado inmunológico. Como en otras ocasiones, los expertos de SEPAR recomiendan la vacunación periódica de personas con enfermedades respiratorias crónicas para prevenir, principalmente la gripe y la neumonía.
Para combatir las infecciones respiratorias y proporcionar a las personas protección o inmunidad, las principales vacunas disponibles actualmente son: gripe, neumonía neumocócica, tosferina y sarampión. La administración de estas dos últimas vacunas se ha universalizado, de manera que la tasa de incidencia de estas infecciones es mínima, ya que se aplica a los bebés recién nacidos en la mayoría de países desarrollados.
Los pacientes diagnosticados con asma, EPOC, fibrosis quística o cualquier infección pulmonar pueden derivar en consecuencias graves si no tiene la protección adecuada, pues sus síntomas se agravan y se desencadenan crisis que pueden obligar a la hospitalización, recuerda SEPAR.
Sin ir más lejos, en la campaña antigripal de Euskadi, que finalizará el 30 de noviembre, se han vacunado ya 262.000 personas y son las embarazadas y el personal de Osakidetza, los colectivos que han incrementado su protección frente al virus con respecto a campañas anteriores.